Dos años de amenazas vive Rocío ¨N¨, ama de casa, por parte de su exesposo, y el Centro de Justicia Penal se ha negado a cumplimentar la orden de aprehensión en su contra en Saltillo.
La historia comenzó en noviembre de 2023, cuando Rocío fue víctima de una agresión física por parte de José ¨N¨, su entonces esposo. A pesar de solicitar ayuda a las autoridades, el responsable no fue detenido, aunque la afectada interpuso denuncia formal en el Centro de Justicia para el Empoderamiento de la Mujer.
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A José se le notificó, vía oficio, que contaba con una orden de restricción para no acercarse a Rocío. Sin embargo, hizo caso omiso y, acompañado de su hermano Lucio ¨N¨, quien se desempeña como elemento de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), se acercó a su domicilio para hostigarla. Ambos la amenazaron de muerte, exigiéndole que retirara la denuncia.
Durante las investigaciones, el expediente quedó en manos de la jueza Anaid Salinas López, quien se ha negado a cumplimentar la orden de aprehensión contra el presunto agresor. Rocío ha presentado múltiples pruebas que demuestran que su exesposo continúa hostigándola, situación que también afecta a sus dos hijos, incluida una niña. La custodia de los menores se otorgó a Rocío, pues se determinó que José requiere atención psicológica, según un dictamen psicosocial.
“Ya no sé qué pruebas necesita la jueza. El hombre va a amenazarme de muerte en mi propia casa y tiene orden de restricción”, declaró Rocío a VANGUARDIA. Se han enviado oficios a la magistrada del Primer Tribunal Distrital, Elisa María del Pilar Flores Velásquez, pero el caso no ha avanzado.
La víctima reveló que, hace meses, descubrió un dispositivo GPS en la cajuela de su vehículo, presuntamente colocado por su expareja y su hermano policía, quien siempre lo acompaña vestido con camisola gris y pantalón negro.
Rocío tiene una audiencia diferida para el próximo 22 de noviembre de 2025, donde espera que se tomen medidas a su favor. Mientras tanto, teme por su vida, pues continúa siendo acosada vía telefónica. Además, recordó que en varias ocasiones patrullas de la Unidad de Integración Familiar (UNIF) acudieron a su domicilio; en una de esas visitas, la oficial Mayra Onésimo la fotografió.
