La Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) confirmó que ya son nueve los fallecidos tras la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, Iztapalapa. Sin embargo, entre los nombres publicados a las 23:10 horas del jueves, figuraba el de Alicia Matías Teodoro, mujer que se convirtió en símbolo de valentía al proteger con su propio cuerpo a su nieta de dos años.
La información generó controversia, pues familiares de Alicia aseguran que sigue viva, aunque en estado delicado. Una hora antes de la publicación del informe, la familia había declarado ante medios de comunicación que la mujer estaba sedada, con graves quemaduras, pero con signos vitales estables.
Medios nacionales difundieron incluso un audio de los familiares, en el que negaban la noticia de su fallecimiento:
“Nos comentan que uno de sus pulmones está delicado por el humo. Esperamos que su sangre y riñones se limpien. El hígado se encuentra estable y seguimos esperando noticias de los doctores”, señalaron.
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ERRORES Y DUDAS EN LA INFORMACIÓN
Uno de los aspectos más cuestionados fue la edad registrada por Sedesa, que marcó 35 años, mientras la familia insiste en que Alicia tiene 49. Esta discrepancia alimentó aún más las dudas sobre la veracidad del listado.
De acuerdo con los datos más recientes de la dependencia, 55 personas permanecen hospitalizadas y 22 ya fueron dadas de alta tras la tragedia, ocurrida el 10 de septiembre.
EL INSTANTE QUE CAMBIÓ TODO
La vida de Alicia transcurría con normalidad ese miércoles. Trabajaba como checadora y despachadora en una base de camiones de Santa Martha, donde laboraba desde hacía cuatro años. En sus inicios vendía dulces en la zona y solía acudir acompañada de su nieta Azuleth, a quien cuidaba mientras su hija, madre soltera, trabajaba como intendente.
Minutos antes de terminar su turno, la explosión de la pipa de gas convirtió el lugar en un escenario de horror. Alicia, al escuchar el estruendo y ver las llamas, cubrió a la pequeña con su cuerpo, evitando que la onda expansiva la alcanzara de lleno.
Las imágenes captadas por testigos la mostraban con quemaduras graves, la ropa y el cabello consumidos por el fuego, pero aún abrazando a su nieta.
TESTIGOS Y RESCATE
El policía capitalino Sergio Ángel Soriano fue uno de los primeros en ayudar. Retiró prendas encendidas del cuerpo de Alicia y trasladó a la niña en motocicleta hacia el hospital, mientras paramédicos atendían a la abuela.
Ambas fueron llevadas al Hospital General de Zona 53 del IMSS. Debido a la gravedad de Alicia, fue transferida al Hospital Magdalena de las Salinas, especializado en quemaduras. El diagnóstico fue devastador: 98% del cuerpo con quemaduras de tercer grado, además de lesiones pulmonares severas.
Los médicos advirtieron a la familia que las probabilidades de sobrevivir eran mínimas. Sin embargo, sus seres queridos se aferran a la esperanza.
LA LUCHA DE UNA FAMILIA
La hija de Alicia, Rosa, pidió a los doctores hacer todo lo posible para salvarla:
“Hagan todo por mi mamá, a ella no le tocaba estar ahí…”.
Su hermana, Sandra Matías, solicitó apoyo total de las autoridades:
“Queremos el mejor servicio médico y que se cubran todas sus necesidades. Nadie puede reparar este daño tan grande”.
La familia ha tenido que dividirse en distintos hospitales, pues además de Alicia y su nieta, otro de los hermanos también fue intervenido quirúrgicamente ese mismo día.
EL ESTADO DE LA NIÑA
La pequeña Azuleth permanece hospitalizada con quemaduras en el 60% del cuerpo, principalmente en rostro, brazos y piernas. De acuerdo con sus familiares, su estado es estable gracias a la rápida reacción de su abuela.
“Mi hermana hizo un gran trabajo al protegerla, gracias a Dios la niña está bien”, declaró Sandra.
DATOS CURIOSOS
• La explosión en Iztapalapa dejó una columna de fuego que pudo verse a varios kilómetros.
• Vecinos aseguran que el estruendo fue tan fuerte que pensaron en un sismo.
• Alicia se ha convertido en símbolo de heroísmo materno, comparada por usuarios en redes con personajes de películas que sacrifican todo por proteger a un ser querido.
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Mientras las autoridades mantienen la cifra de nueve fallecidos, la familia de Alicia Matías insiste en que sigue con vida, aunque en estado crítico. La confusión oficial y la valentía de la mujer han generado una ola de solidaridad y exigencias para que reciba atención médica integral.
La historia de Alicia no solo refleja el heroísmo en medio de la tragedia, sino también la importancia de la veracidad en los reportes oficiales y el derecho de las víctimas a recibir un trato digno en medio del dolor.
