Yasmín Esquivel no pudo escapar del escándalo sobre el plagio de su tesis, hace dos años, para contender por la presidencia de la Suprema Corte, pero su perseverancia, alimentada por su ambición, concluyó este lunes con un fallo definitivo que impedirá que el Comité de Ética de la UNAM, que analizó si la tesis con la que se tituló en 1987 había sido plagiada, publique sus conclusiones. Asegurada que no enfrentará ninguna situación incómoda, correrá hacia la presidencia de la Suprema Corte cuando se instale el Poder Judicial del nuevo régimen. Lograrlo es otro tema, porque ella no es a quien quiere el obradorismo.