La tarde del martes, un operativo de revisión vehicular en avenida Galindo y Villa, casi esquina con Fray Servando Teresa de Mier, terminó en tragedia. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), durante una inspección a una motocicleta, los tripulantes reaccionaron de forma violenta y se enfrascaron en una riña con los oficiales.
En medio del altercado, uno de los policías, que aseguró haber sido golpeado, accionó su arma de fuego y disparó contra un joven de 21 años. La bala impactó en la cabeza del motociclista, quien fue trasladado de urgencia a un hospital, pero posteriormente murió.
EL VIDEO QUE SE VIRALIZÓ EN REDES SOCIALES
El hecho quedó registrado en video por testigos y rápidamente circuló en redes sociales. En la grabación se observa a los motociclistas discutiendo con los uniformados, mientras uno de ellos intenta intervenir en la riña. En ese instante se escucha un disparo y el joven cae al suelo, ante la sorpresa de los presentes.
Las imágenes han generado indignación y debate sobre el uso de la fuerza por parte de la policía capitalina, así como sobre la capacitación y protocolos que rigen este tipo de operativos.
DETENCIÓN DEL POLICÍA Y PROCESO LEGAL
Tras confirmarse la muerte del joven, la SSC informó que el policía responsable fue detenido y desarmado, quedando bajo custodia del Ministerio Público, quien definirá su situación jurídica en las próximas horas.
Asimismo, la Dirección General de Asuntos Internos de la corporación inició una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y colaborar con las autoridades ministeriales.
La dependencia destacó que se mantendrá una política de cero tolerancia ante posibles abusos de poder, reiterando que todos los agentes deben apegarse estrictamente a los protocolos de actuación.
¿CUÁNDO PUEDE UN POLICÍA USAR SU ARMA DE FUEGO?
El caso abrió el debate sobre los límites legales del uso de armas por parte de los cuerpos de seguridad. El Protocolo General de Actuación Policial de la SSC establece que un agente puede disparar únicamente en casos de resistencia de alta peligrosidad, es decir, cuando exista una amenaza real e inminente contra la vida propia o de terceros.
El documento señala que:
• El uso de armas de fuego es excepcional y constituye el último recurso.
• Antes de disparar, deben haberse agotado otras medidas como la persuasión verbal o la reducción física.
• En ciertos casos, también se permite el empleo de armas menos letales, siempre con justificación documentada.
• El protocolo coincide con estándares internacionales sobre el uso progresivo de la fuerza, que buscan equilibrar la seguridad ciudadana con el respeto a los derechos humanos.
REACCIONES Y CONTEXTO DE VIOLENCIA POLICIAL
Los hechos en Venustiano Carranza se suman a una serie de episodios recientes en México donde el uso de la fuerza policial ha sido cuestionado. Para especialistas en seguridad, la clave está en reforzar la capacitación de los agentes, garantizar protocolos claros y transparentes, y sancionar de manera ejemplar los excesos.
Organizaciones de derechos humanos han insistido en que la actuación de las policías debe ser evaluada constantemente para evitar abusos que puedan minar la confianza de la ciudadanía en las instituciones de seguridad.
DATOS CURIOSOS SOBRE EL USO DE LA FUERZA POLICIAL
• En México, más del 60% de la población desconfía de la policía según encuestas del INEGI.
• El uso progresivo de la fuerza se basa en niveles que van desde la presencia policial, la persuasión verbal, hasta el empleo de armas de fuego como último recurso.
• Países como Canadá o Reino Unido tienen protocolos que privilegian el uso de armas eléctricas antes que las de fuego, algo que apenas comienza a implementarse en algunas ciudades mexicanas.
• En la Ciudad de México, cada oficial recibe entrenamiento sobre uso de la fuerza, pero organismos civiles han señalado que la capacitación práctica es insuficiente.
El caso del motociclista muerto a manos de un policía en Venustiano Carranza representa un duro golpe para la imagen de la SSC y abre un debate urgente sobre los límites del uso de la fuerza en México.
Mientras el agente enfrenta a la justicia, la sociedad exige garantías de que los protocolos se cumplan y que tragedias como esta no se repitan. La delgada línea entre el deber policial y el abuso de poder vuelve a ponerse en la mesa, recordando que cada acción tiene consecuencias irreversibles.