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Saltillo: Obispo Hilario González llama a jóvenes a ser ‘faros de esperanza’

En el marco de la Jornada Diocesana de la Juventud, el Obispo de Saltillo, Hilario González García, hizo un llamado a los jóvenes a ser testigos de esperanza en sus comunidades y entornos, destacando que esta virtud, fundamentada en la fe, es esencial para combatir los desafíos de la vida moderna. El evento, que reunió a más de 500 jóvenes de la diócesis, concluyó con una peregrinación a la Catedral de Santiago.

La jornada, celebrada anualmente y organizada en esta ocasión por la Vicaría del Centro, se centró en la reflexión, la oración y la convivencia. El lema del encuentro fue “Juntos en esperanza, fuertes en el amor”, en sintonía con el ambiente del año jubilar de la esperanza, lo cual sirvió de marco para abordar temas cruciales para la juventud.

Durante el evento, el Obispo enfatizó la importancia de consolidar la esperanza en la fe. “Hay una frase de la Biblia que dice, ‘la esperanza que tenemos no defrauda, porque está cimentada en el amor de Dios’”, señaló, invitando a los participantes a ser “testigos creíbles de esperanza”.

El encuentro también abordó preocupaciones actuales de los jóvenes, como la búsqueda de un proyecto de vida y el sentido de su propia existencia. “Quieren tener una experiencia más fuerte de Dios, quieren consolidar esa opción que han hecho por Cristo y descubrir su propia vocación”, afirmó González García.

Otro de los temas centrales fue el desarrollo personal y de las virtudes. El Obispo destacó que este proceso es fundamental para alcanzar la madurez humana y cristiana, y que, a partir de este crecimiento, los jóvenes pueden responder de mejor manera a los desafíos de la vida.

En un contexto de problemáticas como los suicidios, que afectan principalmente a los jóvenes, el obispo reflexionó sobre la necesidad de encontrar un sentido a la vida en el servicio a los demás. “El mejor criterio que le da sentido a nuestra vida, pues es el servicio a los demás, ser altruismo, diríamos en sentido social, en lugar de un egoísmo”, puntualizó.

El Obispo subrayó la urgencia de contrarrestar la desesperación y el desánimo que pueden surgir de experiencias negativas en las relaciones personales o en la sociedad. “Tenemos que vencer el mal a fuerza de bien. Tenemos que vencer el fraude, pues con honestidad, con dedicación, con buen ejemplo”, comentó.

Finalmente, el líder de la diócesis instó a los jóvenes a convertirse en “faros de esperanza” en sus propios ambientes, ya sea en la escuela o en el trabajo. Esta invitación, hecha también por el Papa, busca que la juventud no postergue su impacto positivo, sino que lo ejerza en el presente.

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