No ha pasado ni una semana desde que Donald J. Trump regresó a la Casa Blanca y ya se siente como si lleváramos meses. Todos los días, todo el tiempo, el señor Trump absorbe la atención con cualquier tipo de idea u ocurrencia. Ese torbellino de declaraciones, fintas y órdenes ejecutivas, con implicaciones relevantes para México, pudiera hacer pensar que todo o casi todo el futuro de nuestro país depende de lo que haga o deje de hacer el presidente americano. Y es ahí donde me parece que debemos pausar y pensar, con calma, qué es lo que definitivamente él controla y lo que nosotros deberíamos, como país soberano de 130 millones de habitantes, controlar acerca de nuestro presente y futuro.
¿Quién se robó el sueño mexicano? Trump es sólo una excusa de la falta de resultados
