La psicóloga Berenice de la Peña señala que los factores ambientales pueden influir en el estado de ánimo de las personas y convertirse en un factor que contribuye al riesgo de suicidio.
De la Peña indicó que algunas colonias populares ubicadas al suroriente de Saltillo concentran el mayor número de suicidios en la ciudad. Esto, según la especialista, se relaciona con la falta de oportunidades y la baja calidad de vida, debido a la carencia de espacios de esparcimiento, transporte público adecuado y otras amenidades esenciales para la comunidad.
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“No es un fenómeno aislado, sino que está estrechamente ligado a factores sociales, económicos, familiares y laborales. El medio ambiente, en un sentido amplio, abarca las condiciones sociales, económicas y políticas; todo esto impacta directamente en los individuos y puede desencadenar o agravar situaciones como depresión, adicciones o pérdidas significativas”, explicó.
De acuerdo con De la Peña, la construcción de una vida plena incluye elementos como un costo de renta y de vida accesibles, acceso a la educación superior, un salario digno y transporte adecuado.
“Cuando no se proveen los recursos necesarios para que estos sueños y aspiraciones se puedan alcanzar, surge la desesperanza. La imposibilidad de materializar metas genera tristeza, depresión, estrés y ansiedad”, advirtió.
Cada año, el estado registra un promedio de 300 suicidios. Sólo en el primer semestre de 2025 se contabilizaron 107 casos, de los cuales 49 ocurrieron en Saltillo.
Según datos oficiales del Instituto Municipal de Planeación, las colonias del suroriente de Saltillo concentran el mayor número de estos casos.
CÓMO DETECTAR A UNA PERSONA CON RIESGO DE SUICIDIO
Algunas señales de alerta incluyen:
Cambios emocionales o de comportamiento
Tristeza intensa, ansiedad o irritabilidad persistente.
Aislamiento social o pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
Conductas impulsivas o autodestructivas.
Hablar sobre la muerte o suicidio
Comentarios como “ojalá no estuviera aquí” o “ya no puedo más”.
Búsqueda de información sobre métodos de suicidio.
Cambios en hábitos cotidianos
Alteraciones en sueño o alimentación.
Descuidar la apariencia personal o tareas diarias.
Sentimientos de desesperanza o inutilidad
Expresar que no hay salida o que todo está perdido.
Culparse excesivamente por cosas pequeñas.
Preparativos o conductas de despedida
Donar pertenencias, escribir cartas de despedida, arreglar asuntos legales o financieros.
QUÉ HACER SI DETECTAS SEÑALES DE RIESGO
Escucha sin juzgar
Permite que la persona hable sobre sus sentimientos.
Evita minimizar lo que dice o dar soluciones rápidas.
Pregunta directamente sobre el suicidio
Preguntar “¿Has pensado en suicidarte?” no provoca la acción; ayuda a identificar el riesgo.
No dejes a la persona sola
Acompáñala y asegúrate de que esté en un lugar seguro.
Busca ayuda profesional inmediata
Contacta a un psicólogo, psiquiatra o médico de confianza.
En México, puedes comunicarte con la Línea de la Vida: 800 911 2000 (24/7, confidencial).
Si hay peligro inminente, llama a los servicios de emergencia.
Retira medios de riesgo
Si es posible, limita el acceso a objetos o sustancias que podrían usarse para hacerse daño.
Ofrece apoyo constante
Mantén contacto frecuente y demuestra interés genuino.
Ayuda a la persona a identificar redes de apoyo, familiares o amigos de confianza.