NAVA, COAH.- La Secretaría de Energía (Sener), a cargo de Luz Elena González Escobar, abrió una investigación para esclarecer las causas de la falla registrada el pasado 6 de junio en la termoeléctrica Carbón II de Nava, Coahuila, que dejó fuera de operación a la única unidad activa de la planta.
La funcionaria federal subrayó que el objetivo es determinar responsabilidades, aplicar sanciones si corresponde y definir protocolos que eviten que un percance de este tipo se repita en el futuro.
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De acuerdo con reportes internos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y denuncias de productores, la planta operaba con diésel y combustóleo en calderas diseñadas para carbón mineral, lo que ya había sido advertido en documentos técnicos previos.
Esta práctica no solo implicó sobreprecios —de hasta siete pesos adicionales por litro en compras semanales de entre 2 y 2.5 millones de litros de diésel—, sino también consecuencias ambientales y económicas.
La Sener indaga si esta decisión fue instruida por el entonces director interino de CFE Generación IV, José Manuel “Pepe” Robles, con el respaldo de operadores identificados como “Poncho” Becerra y “El Moches” Robles.
El cambio de insumos dejó sin contrato a más de 70 mineros de la región, a quienes se les excluyó bajo el argumento de que el carbón local era de “mala calidad”.
La dependencia federal no descarta sanciones administrativas ni penales contra los responsables de estas decisiones y analiza la implementación de nuevos lineamientos de operación en la termoeléctrica para garantizar la seguridad energética y ambiental.
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Cabe recordar que esta no es la primera vez que se señala a la planta por prácticas irregulares: en años recientes ya se habían emitido advertencias sobre los riesgos de utilizar combustibles distintos al carbón mineral.
La planta refleja dos problemas principales: la ausencia de controles en la compra de combustibles para la CFE y la prevalencia de decisiones políticas sobre criterios técnicos.
A ello se suma el rezago del país en la transición energética, pues mientras otras naciones avanzan hacia ciclos combinados o esquemas híbridos, México sigue dependiendo de plantas de carbón obsoletas y contaminantes.
La investigación en curso podría marcar un precedente para la operación de otras centrales de la CFE.