La temporada de las Grandes Ligas vive su etapa decisiva y la lucha por un lugar en los playoffs mantiene a varios equipos al límite.
Mientras que conjuntos como los Marineros de Seattle y los Astros de Houston parecen tener el boleto casi asegurado, otros como los Rangers de Texas y los Gigantes de San Francisco caminan por una delgada cuerda, pese a contar con registros positivos.
Los Marineros son uno de los equipos más sólidos de la campaña. Fangraphs les otorga un 88.3% de probabilidades de avanzar, gracias a una ofensiva encendida y un cuerpo de lanzadores que ha respondido en los momentos clave.
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Sin embargo, en una competencia tan reñida, un par de tropiezos podrían poner todo en riesgo, lo que mantiene a la afición al filo de la butaca.
Houston tampoco está exento de presión. Con un 83.2% de probabilidades, los Astros han sorteado lesiones y una división extremadamente competida.
Su mayor carta es la experiencia: saben lo que significa jugar octubre y confían en que ese oficio les ayude a sobreponerse a cualquier adversidad.
En Texas, la situación es más complicada. Los Rangers apenas cuentan con un 25.8% de opciones de clasificar. Tras un inicio prometedor, la irregularidad les ha pasado factura y ahora dependen de un cierre perfecto, además de resultados ajenos, para aspirar a un boleto. La afición texana, fiel a su equipo, aún sueña con una remontada milagrosa.
En la Liga Nacional, los Mets de Nueva York pintan un panorama mucho más alentador. Con un 83.5% de probabilidades de playoffs, han mostrado consistencia tanto en su ofensiva como en su rotación abridora. Pese a ello, la intensidad de la competencia obliga a no dar nada por sentado.
Más abajo en la tabla, la batalla se complica para los Gigantes de San Francisco y los Rojos de Cincinnati, que registran apenas un 6.5% y 10.1% de posibilidades respectivamente. Ambos necesitan encadenar una racha de victorias y esperar un golpe de suerte para mantenerse con vida.
El beisbol, sin embargo, suele guardar sorpresas en las últimas semanas, y los aficionados lo saben: hasta el último out, todo puede pasar.
