Irán ha incrementado sus reservas de uranio enriquecido a niveles alarmantemente cercanos a los necesarios para la producción de armas nucleares, según un informe confidencial del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) presentado este jueves. Hasta el 17 de agosto, Irán poseía 164.7 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, lo que representa un aumento de 22.6 kilogramos desde el informe anterior en mayo.
Este desarrollo intensifica las preocupaciones globales, ya que el uranio al 60% está a un paso técnico de alcanzar el 90% necesario para fabricar armas nucleares. Además, Teherán no ha revertido su decisión de limitar el acceso de los inspectores del OIEA y mantiene desactivadas las cámaras de vigilancia del organismo.
El informe llega en un contexto donde el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, mostró disposición a reanudar las negociaciones con Estados Unidos sobre el programa nuclear, aunque con claras restricciones. Mientras tanto, la instalación de nuevas centrifugadoras avanzadas en las plantas de Fordo y Natanz sigue en marcha, aumentando las capacidades nucleares de Irán.
La situación subraya la necesidad de una respuesta diplomática firme y coordinada por parte de la comunidad internacional para abordar las crecientes tensiones nucleares con Irán.
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