Si usted llama a una compañía de servicios para quejarse o recibir información, escuchará del otro lado una voz que no es humana dándole soluciones; si lo que quiere es el duplicado de una llave, verá que el tardado proceso de hace décadas, en el que se sostenía el modelo con muelas de torno, para esmerilarlo y darle el acabado, cambió a uno automatizado que replica la llave en minutos.