Jaime “N”, padre de familia que había denunciado en varias ocasiones ante las autoridades que su hija era víctima de violencia, fue detenido este jueves por presuntamente incumplir una medida de restricción.
El hombre fue localizado en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde aseguró a VANGUARDIA que la denuncia en su contra es falsa. Según relató, se presentó esa mañana a la delegación de la FGE para realizar un trámite.
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Al salir, de manera fortuita vio a su hija, quien corrió hacia él para abrazarlo. Posteriormente, la menor regresó con su madre mientras Jaime permaneció en la sala de espera.
Minutos después, un elemento de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) se le acercó para notificarle que debía acompañarlo, debido a una denuncia interpuesta por su ex pareja, Carolina N. Jaime no opuso resistencia y permitió que se le colocaran las esposas, momento en el que se le leyó la denuncia.
Fue trasladado al Centro de Empoderamiento de la Mujer para rendir declaración. Hasta el momento, no se ha informado si permanecerá bajo custodia o será enviado al penal.
Hace unos días, Jaime había denunciado públicamente en VANGUARDIA irregularidades de las autoridades familiares de Coahuila. Según su versión, tras la separación, la madre retiró abruptamente a la menor de edad, cambiándola de escuela, mudándose de domicilio y limitando la convivencia del padre con su hija de manera arbitraria.
DENUNCIÓ VIOLENCIA
Días atrás, VANGUARDIA publicó que el padre de familia denunció que las autoridades en materia familiar han hecho caso omiso a los requerimientos de su hija menor, quien, a pesar de advertir que ha sido víctima de violencia en la casa de su madre, ha sido ignorada para el cambio de custodia.
Hace dos años, tras la separación de la pareja, la madre retiró abruptamente a la menor de edad, cambiándola de escuela, mudándose y limitando la convivencia con su padre durante más de un año.
Jaime Rivera, padre de la niña, ha denunciado ante las autoridades las acciones violentas de su ex pareja y la falta de atención en su cuidado, pero asegura que la Pronnif y el Ministerio Público especializado han sido omisos.
Durante el proceso, la madre lo acusó de violencia, lo que afectó su empleo, relaciones personales y convivencia con la menor, aunque las acusaciones fueron desestimadas. Rivera asegura que estas denuncias falsas le han causado daños emocionales y profesionales.
Actualmente, preocupa que, pese al tiempo transcurrido, la menor aún no ha sido autorizada para pruebas psicológicas necesarias, y los estudios en el centro psicosocial tardan meses en realizarse.