La Liga MX enfrenta un escenario preocupante para los entrenadores nacionales tras la salida de Gonzalo Pineda del Atlas, convirtiéndose en el primer técnico en abandonar su puesto en el Apertura 2025. Su renuncia, anunciada el domingo 10 de agosto, deja únicamente a tres estrategas mexicanos dirigiendo en el torneo: Jaime Lozano en Pachuca, Efraín Juárez con Pumas y Benjamín Mora en Querétaro.
En sus declaraciones, Pineda señaló: “El motivo principal por el cual me hago a un lado es porque soy honrado. Agradecerle a Grupo Orlegi que me trataron muy bien. Han confiado en mí y con todo el apoyo para darme herramientas para hacer mi mejor trabajo. Decidí limpiarles el camino y rescatar el torneo”. Su salida se da en un contexto de urgencia por resultados positivos, situación que también refleja la corta duración promedio de los técnicos mexicanos en la liga.
TE PUEDE INTERESAR: Triplemanía XXXIII rompe récords de audiencia con la participación de WWE
Actualmente, Jaime Lozano lidera la tabla con sus Tuzos, mientras que Efraín Juárez y Benjamín Mora enfrentan dificultades: Pumas ocupa el lugar 13 y Querétaro se encuentra al fondo de la clasificación. Históricamente, la permanencia de entrenadores nacionales ha sido limitada; casos como los de Ricardo Ferretti con Tigres o Víctor Manuel Vucetich con Monterrey y Querétaro son excepciones a la regla.
Desde el torneo Guard1anes 2020 hasta la jornada 4 del Apertura 2025, un técnico mexicano ha permanecido en promedio apenas 11.77 partidos por torneo, menos de la duración de una fase regular de 17 jornadas. De 3,095 partidos de fase regular disputados en este periodo, solo 1,013 fueron dirigidos por entrenadores nacionales, representando el 32.73%, mientras que el 67.26% estuvo bajo el mando de estrategas extranjeros.
Los torneos recientes muestran casos extremos de poca paciencia: Diego Mejía duró cuatro jornadas con Juárez en el Clausura 2024, Eduardo Arce cinco con Puebla en el Apertura 2023 y Rafael Puente del Río solo tres con Atlas en el Guard1anes 2020.
Para los entrenadores mexicanos, la clave parece ser obtener resultados y experiencia internacional. Benjamín Mora lo resumió en 2024: “Ganar, mano. Ganar. La verdad tu historia no le importa a nadie hasta que ganas…”. Gonzalo Pineda, antes de su renuncia, coincidía en que la prioridad es mostrar capacidad y resultados, evitando victimizarse: “Habrá que hacer un buen trabajo y tratar de enfocarnos en nosotros y ojalá que eso nos pueda abrir un poquito más de puertas”.
Con la salida de Pineda, la Liga MX vuelve a evidenciar la fragilidad de los procesos para los técnicos mexicanos y la alta dependencia de resultados inmediatos.