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Crecimiento de Ramos y sur de Saltillo abre oportunidades de inversión en espacios comerciales

El crecimiento económico de Ramos Arizpe y del sur de Saltillo mantiene una tendencia sostenida, con una expansión vinculada a corredores industriales, nuevas vialidades y fraccionamientos en desarrollo. Este patrón coincide con diagnósticos urbanos que apuntan a la necesidad de consolidar zonas con vacíos y aprovechar su potencial para vivienda, comercio y servicios.

En este contexto, Antonio Serrano, economista, docente y exdirector del Sistema de Apertura Rápida de Empresas (SARE), observa que en Ramos Arizpe “plaza que se construye, plaza que se llena”, debido a lo que denomina ocupación friccional: el tiempo natural que transcurre entre la salida de un locatario y la llegada del siguiente.

De acuerdo con los datos municipales, en lo que va de la administración el SARE de Ramos ha recibido solicitudes de empresarios y emprendedores interesados en diversos sectores como alimentos, ferreterías, tecnología, farmacias, abarrotes, gimnasios, pastelerías y tintorerías. Estas y otras nuevas inversiones buscan en algunos casos un local donde abrir sus puertas.

“Estos negocios no solo amplían la oferta comercial, sino que también contribuyen a la creación de empleos y al desarrollo económico del municipio”.

Serrano advierte que, si bien hay más espacios en renta en Ramos Arizpe, la compra de locales está reservada a inversionistas con mayor solvencia.

En Ramos, las plazas muestran una diversidad de giros: algunas concentran principalmente negocios de comida, otras están orientadas a servicios para empresas, y las de alto nivel —como las que combinan bancos, restaurantes y comercios especializados— mantienen una ocupación casi total y poca rotación. La estabilidad en servicios básicos y la posibilidad de permisos provisionales facilitan la operación, lo que ha hecho atractiva la zona para grandes inversionistas.

NECESIDAD DE ESPACIOS COMERCIALES

En Saltillo, por su parte, el mercado se caracteriza por una alta ocupación y competencia consolidada. Sin embargo, el sur de la ciudad mantiene un dinamismo propio, vinculado al crecimiento industrial en Derramadero y la expansión poblacional.

Eduardo Legorreta, especialista en bienes raíces, señala que “se habla de que es la segunda zona con mayor población de la conurbación, y eso naturalmente genera necesidades de servicios y espacios comerciales”.

El movimiento industrial en Derramadero, con la llegada de nuevas plantas y empleos en distintos niveles, alimenta esa demanda. A la par, se han abierto tiendas de autoservicio y comercios en áreas donde la población crece de forma sostenida.

El especialista señala que, para inversionistas con recursos disponibles, los bienes raíces comerciales resultan más atractivos que los habitacionales.

VIVIENDA Y COMERCIO INTEGRADOS

En conjunto, Ramos Arizpe y el sur de Saltillo representan polos en expansión que, con dinámicas distintas, siguen abriendo espacio para la inversión comercial: uno con infraestructura emergente y permisos flexibles, y el otro con un mercado consolidado pero impulsado por la densidad poblacional y el desarrollo industrial.

Así, la demanda de servicios en Ramos Arizpe y el sur de Saltillo no sólo abre espacio para negocios de renta, sino también para la inversión en tierra con uso comercial. Es por ello que los desarrolladores han comenzado a destinar áreas específicas en zonas de crecimiento poblacional, con el fin de atraer tanto a pequeños emprendedores como a inversionistas consolidados.

En ese sentido, Ruba ha puesto a disposición lotes comerciales en ubicaciones estratégicas de ambos municipios que combinan accesibilidad, flujo de habitantes y cercanía con polos industriales. Estos espacios ofrecen un punto de entrada atractivo para quienes buscan aprovechar la dinámica económica de la región, integrando vivienda y comercio en un mismo entorno.

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