La vida aprieta en la ventana más duro que nunca. En la fila de las tortillas. En los merenderos que frecuento para distraerme un poco y leer, en la fila de los tacos del pastor, en las cafeterías urbanas, en las ya casi inexistentes combis y rutas urbanas… en todo lugar. Y gracias a Dios, lectores como usted, que me favorecen con su atención y lectura, me abordan y me dicen de lo siguiente: “todos sus temas se cumplen cabalmente, maestro”.
Block de notas (36): Claudia Sheinbaum no puede con el cargo
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