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Así funcionaba la red de huachicol fiscal operada por marinos, funcionarios y agentes aduanales

Una intrincada red de complicidad entre marinos, funcionarios, agentes aduanales, exportadores e importadores, distribuidores y empresarios gasolineros se articuló en torno a los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, mandos de la Armada que facilitaron el ingreso de millones de litros de combustible de contrabando.

De acuerdo con la carpeta de investigación judicializada por la Fiscalía General de la República (FGR), dos de los principales beneficiarios serían las empresas importadoras Intanza y Azteca Cone, con domicilios fiscales en Nuevo León.

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Una tercera compañía involucrada en la importación ilegal de combustibles es Ikon Mldstream LLC, con sede en Houston, Texas, que es la empresa que presuntamente vendió en Estados Unidos el producto.

Estas empresas fueron las que importaron los 14 buques que hasta el momento se ha determinado que contenían combustible sin declarar en lugar de aditivos para aceites y lubricantes, como se asentó en los pedimentos de importación.

Según los registros entregados por la Aduana de Tampico, entre 2024 y 2025 estas empresas fueron las responsables de la importación de millones de supuestos aditivos para aceites lubricantes a granel que llegaron en 31 buques.

En el caso de Intanza, aparentemente también estaría detrás de la importación ilegal de diésel que llegó en marzo pasado en el buque “Torm Agnes” al puerto de Guaymas, Sonora, luego de que las autoridades ya habían realizado operativos en la Aduana de Tampico.

Esta importadora está relacionada con Mefra Fletes, constituida en febrero de 2015 en Guadalajara, Jalisco, y que junto con la empresa Roca, era la encargada de vaciar el combustible de los buques a través de pipas que hacían largas hileras para poder cargar el hidrocarburo.

De acuerdo con el expediente integrado por la FGR, los hermanos Farías Laguna, quienes son sobrinos políticos del ex Secretario de la Marina, Almirante en retiro Rafael Ojeda Durán, se hicieron del control de de varias aduanas, entre ellas las de Tampico, Altamira y Guaymas, colocando a personal naval leal a ellos o a quienes detectaron que eran susceptibles de ser corrompidos.

”Como se puede observar, y de acuerdo con el conocimiento que se tiene, los hermanos Farías Laguna tenían a su servicio toda una red de servidores públicos que estaban perfectamente colocados en áreas estratégicas de las aduanas, en este caso en particular en la aduana de Tampico, teniendo a su servicio a titulares, subdirectores, jefe de departamento, verificadores, agentes aduanales y hasta personal de alto nivel de la Dirección de Supervisión de Aduanas Marítimas de la Agencia Nacional de Aduanas de México”.

“Todos estos cargos permitieron la acción u omisión, en su mayoría, de servidores públicos que permitieron el ingreso ilegal de hidrocarburos que entraban por la Aduana de Tampico, misma que hacían pasar por aceite”, indica el documento.

El modus operandi descrito en el expediente establece que Intanza y Azteca Cone declaraban la importación de supuestos aceites o aditivos que no pagaban impuestos, pero en realidad se trataba de diésel. Para ello contaban con la ayuda de agentes aduanales, quienes les facilitaban los trámites.

En la aduana, personal que ya había sido cooptado por los hermanos Farías Laguna a través del Capitán de Corbeta retirado Miguel Ángel Solano Ruiz, daba la autorización para que los buques atracaran a pesar de que los recintos portuarios no estaban habilitados para la descarga de combustible.

Además, permitían el ingreso de decenas de pipas que hacían varios viajes para descargar el combustible.

La red de complicidad también incluía falsificar el resultado del análisis realizado a una muestra del producto importado, pues siempre se comprobaba que eran supuestamente aceites y aditivos, y no diésel como en realidad se trataba.

El jefe de departamento de Supervisión de Maniobras, que fue identificado en el expediente con las siglas H.R.V., declaró que tuvo conocimiento de que cuando llegaban los buques, los supuestos dueños de las empresas acudieron al recinto portuario a supervisar la descarga.

”Sabe (H.R.V) que, cuando fue gente de Intanza o Azteca Cone a ver la terminal 290, mandaron a Víctor Hugo a que acompañara a realizar el recorrido en la terminal, instruyéndole que no preguntaran nada, que sólo los escuchara sin darles información o preguntar algo”.

”Refiriendo que durante el periodo que llegaron esos 31 barcos y que representaba operación, entraba un convoy de camionetas blancas en donde tienen entendido que en esas camionetas iban los dueños de la mercancía que transportaban los buques y que la gran mayoría de las operaciones de los aditivos eran por la noche y que en los rayos gamas, propiedad de aduanas, a esos barcos les toco semáforo verde y que nunca fueron revisados porque sabían que traían aditivos”, refiere el documento.

Domicilio regioIntanza, en donde figuran como socios Ramiro Rocha Alvarado y Ricardo Ayón Rodríguez tiene su domicilio en Colonia Roma Privada, en Monterrey, mientras que Azteca Cone está ubicada en Camino el Milagro 301, en Apodaca.

Rocha Alvarado es socio de Francisco Javier Antonio Martínez, quien se desempeñaba como Gerente de Administración y Finanzas de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) en Tampico, en la empresa Comercializadora de Bienes y Servicios de Nuevo León Belure, con domicilio en el municipio de Guadalupe.

En el caso de Mefra Fletes tiene su domicilio en Guadalajara, Jalisco, el algún momento tuvo como representante legal al ex juez Anuar González Hemadi y quienes figuran como accionistas son Brenda Mariela Salas Ramírez y Gustavo de Jesús Guillén Chávez.

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