Hablaba hoy con un hombre con quien tengo algo en común. A él y a mí nos gustan las casas antiguas y los muebles antiguos, aquellas cosas que tienen historia e historias que contar. Aplicando el concepto de proyección (el mundo no es lo que veo, es lo que soy) le pregunté qué ve en las casas y los objetos, y cómo eso se refleja en él mismo. Él tiene un buen de años en psicoterapia y respondió rápido y con seguridad. Sonreí por dentro y por fuera. Es maravilloso saber que podemos lograr pizcas de autoconocimiento desde lo más simple como lo son nuestros gustos y lo que más nos atrae en la vida cotidiana.
Sal o dulce, moderno o tradicional, colores o monocromático, lujo o sencillez, mañana o noche, blanco o negro, carne o vegetales, vino o cerveza, frío o calor, calma o intensidad, abierto o cerrado, elegante o rústico, campo o ciudad, bosque o playa, formal o casual, rock o country, deportes o arte. Al contemplar tus preferencias o al ver algo que te atrae, haz el ejercicio de describir lo que ves. Ejemplo: ¿Cuál es tu animal favorito? Ahora escribe de tres a cinco características que ves en ese animal (no físicas sino palabras descriptivas como elegante, juguetón, etc.). Ahora para cada una de esas características escribe una oración que comienza con “Yo soy”. Yo soy elegante. Yo soy juguetón. Esas frases describen partes de ti, aunque te puede sorprender. Hablan de características tuyas. ¿Sorprendido? Sí funciona.
El ejercicio se puede usar para aprender mucho sobre nosotros mismos. Hace muchos años me topé con otro ejercicio. Proponía que pensáramos en una persona que en ese momento nos caía mal. Fácil. El siguiente paso era determinar qué había en esa persona que hacía que nos cayera mal. Después la instrucción era contemplar qué había en nosotros que hacía que reaccionáramos ante esa persona. No puedo explicar lo tanto que me sorprendió lo que descubrí. Aprendí algo muy importante sobre mí misma. Algo que hizo que el ejercicio se volviera inolvidable.
Si requieres compañía para estos ejercicios… ¡a tus órdenes!