La Selección Mexicana cerró su participación en la más reciente Fecha FIFA con un saldo de dos empates que dejaron sensaciones encontradas rumbo a la preparación para la Copa del Mundo 2026.
El equipo de Javier Aguirre mostró dos caras: una versión cautelosa ante Japón y otra más dinámica contra Corea del Sur, aunque en ambos casos el resultado fue un reparto de puntos.
En su primer compromiso, disputado en Oakland, México igualó 0-0 frente a Japón en un encuentro marcado por la solidez defensiva y la actuación del arquero Luis Ángel Malagón, quien se erigió como figura.
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El partido se complicó con la expulsión de César Montes en los minutos finales y la lesión tempranera de Edson Álvarez, lo que obligó a Aguirre a ajustar el planteamiento.
La prensa internacional calificó el duelo como gris y con pocas emociones, donde el Tricolor apenas inquietó al arco rival.
La historia cambió en Nashville, donde México enfrentó a Corea del Sur en un partido más abierto y con tintes dramáticos.
Raúl Jiménez adelantó al conjunto mexicano con un remate de cabeza, pero los asiáticos dieron la vuelta con goles de Heung-Min Son y Hyeongyu Oh.
Cuando todo parecía perdido, Santiago Giménez apareció en tiempo de compensación para decretar el 2-2 definitivo tras un centro de Jorge Sánchez.
La reacción encendió el ánimo de la afición y dejó una muestra de carácter en la recta final.
En lo estadístico, México cerró la doble jornada con cero victorias, dos empates, dos goles a favor y dos en contra.
Sin embargo, la valoración va más allá de los números: la defensa se comportó a la altura ante Japón, mientras que contra Corea se demostró capacidad de reacción en un contexto adverso.
La preocupación radica en la falta de claridad ofensiva y en la lesión de Edson Álvarez, pieza clave en el mediocampo.
El balance general deja lecciones para el cuerpo técnico de Javier Aguirre, que deberá afinar la generación de juego y la contundencia si quiere competir al máximo nivel en la próxima justa mundialista.
Pese a no haber triunfos, los dos empates sirvieron para probar variantes, medir fuerzas con rivales exigentes de Asia y dejar claro que el Tricolor aún tiene aspectos importantes por corregir antes de la gran cita del 2026.