El trompe-l’œil −del francés “engaña ojos” y trampantojo en español, de “trampa al ojo”− es un recurso propio de las artes visuales que consiste en generar una ilusión de acentuado realismo para engañar al espectador, aparentando lo que no es. Estas ilusiones fueron ampliamente usadas por los artistas renacentistas que aprovecharon el rompimiento con el arte medieval, en particular con el uso de la perspectiva, para integrar la representación pictórica con el sujeto y su mundo exterior. Esta herramienta se usaba principalmente para fusionar la pintura con su entorno arquitectónico, como en la Capilla Sixtina.
4T: Los primeros 100 días de Claudia, entre la ilusión y la realidad
