Esta mañana mi hija y yo hablábamos de una nueva oportunidad que surge en su carrera. Dijo que no había considerado que su camino iría en esa dirección, y reflexioné que ella ya podría decir, como yo, que las mejores cosas en mi vida han sucedido “por accidente”, o porque mi ángel de la guarda está muy cerca, haciendo planes y maniobrando energías a mi favor. Desde una perspectiva, la oportunidad le llega en un momento muy auspicioso, o séase perfecto. La energía del 2025 surge fuerte. Veo la tendencia a retomar rumbos que hemos dejado de lado, tal vez por la aparición de algo que asemeja esperanza.